El otro día, estaba yo en una tertulia de gentes de
izquierdas poniendo a caldo al estado y a la sociedad en general. Llego un
momento en que se hablo de la huelga del pasado día 29 de septiembre, y se me
ocurrió decir, que esa huelga debía haber sido indefinida. No solo el día 29, sino
que debía continuarse hasta que esto reventara…. ¿Estas loco? Respondieron todos como si fuesen un coro del
pueblo en una representación teatral de la época de los griegos (corifeo creo
que se llama)… No vamos a estar de una forma indefinida sin bares.
Desde luego, el gremio de la hostelería está muy
discriminado por los sindicatos, no importa que se cierren fábricas y
comercios, pero que no nos toquen los bares que es lo único que nos consuela en
nuestra pobre vida ciudadana.
Al margen de esta anécdota, que nos demuestra el bajo grado
de concienciación que tienen hoy en día los izquierdosos dogmatizados, estoy
asombrado de que el comportamiento del “pensamiento” universal, sea tan
políticamente correcto, y demuestra el bajo nivel del pensamiento independiente
que hoy asola a nuestra sociedad.
Otra historia del mismo estilo, sucedió hace un tiempo con
un ataque cibernético contra la Sociedad General de Autores y Editores y contra
el ministerio de cultura. Consistió en eso que se ha dado en llamar Ataque de
Denegación de Servicios, y fue causado por cientos, o quizás miles de
internautas que se enfadaron por una acción similar que llevo a cabo la propia
SGAE contra una de las páginas de enlaces de descargas de contenidos
supuestamente protegidos por los derechos de autor.
Sucedió, que la SGAE había contratado los servicios de una
empresa india (No creo que ninguna empresa europea se atreviera a hacer eso)
para bloquear, por el mismo sistema a “The Pirate bay”, es decir, que dicha
empresa, llamada AIPLEX (www.aiplex.com) lanzó un ataque de denegación de
servicios, (lo mismo que hicieron miles de internautas contra la SGAE) para
impedir que the pirate bay siguiera funcionando.
Esta forma de ataque,
todavía no es un delito en nuestro país, aunque pronto saldrá una ley para
convertirnos a todos en delincuentes. El caso, es que en la difusión de la
noticia por los medios de comunicación, se tacho a los internautas de
delincuentes, y es aquí donde mi asombro llegó a su máxima expresión, es decir,
que si la cosa la hace un organismo oficial a través de una empresa extranjera
(pagando claro), la cosa es legal, pero si lo hacen un grupo de ciudadanos
enfadados, es ilegal. ¡¡Asombroso!!.